Los pre-australopitecinos
Los primeros posibles
homínidos bípedos (
homininos) son
Sahelanthropus tchadiensis (con una antigüedad de 6 ó 7 millones de años),
Orrorin tugenensis (unos 6 millones de años) y
Ardipithecus
(entre 5,5 y 4,5 millones de años). Los fósiles de estos homínidos son
escasos y fragmentarios y no hay acuerdo general sobre si eran
totalmente bípedos. No obstante, tras el descubrimiento del esqueleto
casi completo apodado
Ardi, se han podido resolver algunas dudas al respecto; así, la forma de la parte superior de la
pelvis indica que era bípedo y que caminaba con la espalda recta, pero la forma del
pie, con el
dedo gordo
dirigido hacia adentro (como en las manos) en vez de ser paralelo a los
demás, indica que debía caminar apoyándose sobre la parte externa de
los pies y que no podía recorrer grandes distancias.
1
Los australopitecinos
![](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/5e/Australopithecus_afarensis.JPG/180px-Australopithecus_afarensis.JPG)
vv
Reconstrucción de
Australopithecus afarensis.
Los primeros homininos de los que se tiene la seguridad de que fueron completamente bípedos son los miembros del género
Australopithecus, de los que se han conservado esqueletos muy completos (como el de la famosa
Lucy).
Este tipo de hominino prosperó en las
sabanas arboladas del este de
África
entre 4 y 2,5 millones de años atrás con notable éxito ecológico, como
lo demuestra la radiación que experimentó, con al menos cinco
especies diferentes esparcidas desde
Etiopía y el
Chad hasta
Sudáfrica.
Su desaparición se ha atribuido a la crisis climática que se inició
hace unos 2,8 millones de años y que condujo a una desertificación de la
sabana con la consiguiente expansión de los ecosistemas abiertos,
esteparios. Como resultado de esta presión evolutiva, algunos
Australopithecus
se especializaron en la explotación de productos vegetales duros y de
escaso valor nutritivo, desarrollando un impresionante aparato
masticador, originando al
Paranthropus; otros
Australopithecus se hicieron paulatinamente más carnívoros, originando a los primeros
Homo.
Los primeros Homo
Reconstrucción de
Homo habilis
No se sabe con certeza qué especie originó los primeros miembros del género
Homo; se han propuesto a
A. africanus,
A. afarensis y
A. garhi, pero no hay un acuerdo general. También se ha sugerido que
Kenyanthropus platyops pudo ser el antepasado de los primeros
Homo.
2
Clásicamente se consideran como perteneciente al género
Homo
los homínidos capaces de elaborar herramientas de piedra. No obstante,
esta visión ha sido puesta en duda en los últimos años; por ejemplo, se
ha sugerido que
Australopithecus ghari, hace 2,5 millones de años fue capaz de fabricar herramientas.
3 Las primeras herramientas eran muy simples y se encuadran en la
industria lítica conocida como
Olduvayense o Modo 1. Las más antiguas proceden de la región de
Afar (
Etiopía) y su antigüedad se estima en unos 2,6 millones de años,
4 pero no existen fósiles de homínidos asociados a ellos (ver
El artesano olduvayense).
De esta fase se ha descrito dos especies,
Homo rudolfensis y
Homo habilis, que habitaron
África Oriental
entre 2,5 y 1,8 millones de años atrás, que a veces se reúnen en una
sola. El volumen craneal de estas especies oscila entre 650 y 800 cm³.
El poblamiento de Eurasia
Reconstrucción de
Homo ergaster.
Distribución geográfica y temporal del género
Homo. Otras interpretaciones difieren en la taxonomía y distribución geográfica.
Esta es sin duda la etapa más confusa y compleja de la evolución humana. El sucesor cronológico de los citados
Homo rudolfensis y
Homo habilis es
Homo ergaster,
cuyos fósiles más antiguos datan de hace aproximadamente 1,8 millones
de años, y su volumen craneal oscila entre 850 y 880 cm³.
Morfológicamente es muy similar a
Homo erectus y en ocasiones se alude a él como
Homo erectus africano. Se supone que fue el primero de nuestros antepasados en abandonar África; se han hallado fósiles asimilables a
H. ergaster (o tal vez a
Homo habilis) en
Dmanisi (
Georgia), datados en 1,8 millones de años de antigüedad y que se han denominado
Homo georgicus que prueban la temprana salida de África de nuestros antepasados remotos.
5
Esta primera migración humana condujo a la diferenciación de dos linajes descendientes de
Homo ergaster:
Homo erectus en
Extremo Oriente (
China,
Java) y
Homo antecessor/Homo cepranensis en
Europa (
España,
Italia). Por su parte, los miembros de
H. ergaster que permanecieron en África inventaron un modo nuevo de tallar la piedra, más elaborado, denominado
Achelense
o Modo 2 (hace 1,6 ó 1,7 millones de años). Se ha especulado que los
clanes poseedores de la nueva tecnología habrían ocupado los entornos
más favorables desplazando a los tecnológicamente menos avanzados, que
se vieron obligados a emigrar. Ciertamente sorprende el hecho que
H. antecessor y
H. erectus siguieran utilizando el primitivo Modo 1 (
Olduvayense),
cientos de miles de años después del descubrimiento del Achelense. Una
explicación alternativa es que la migración se produjera antes de la
aparición del Achelense.
6
Parece que el
flujo genético entre las poblaciones africanas, asiáticas y europeas de esta época fue escaso o nulo.
Homo erectus pobló Asia Oriental hasta hace solo unos 50.000 años (yacimientos del
río Solo en Java) y que pudo diferenciar especies independientes en condiciones de aislamiento, como
Homo floresiensis de la
Isla de Flores (Indonesia). Por su parte, en Europa se tiene constancia de la presencia humana desde hace casi 1 millón de años (
Homo antecessor),
pero se han hallado herramientas de piedra más antiguas no asociadas a
restos fósiles en diversos lugares. La posición central de
H. antecessor como antepasado común de
Homo neanderthalensis y
Homo sapiens ha sido descartada por los propios descubridores de los restos (
Eudald Carbonell y
Juan Luis Arsuaga).
Los últimos representantes de esta fase de nuestra evolución son
Homo heidelbergensis en Europa, que supuestamente está en la línea evolutiva de los neandertales, y
Homo rhodesiensis en África que sería el antepasado del hombre moderno.
7 8 9
Una visión más conservativa de esta etapa de la evolución humana reduce todas las especies mencionadas a una,
Homo erectus, que es considerada como una especie politípica de amplia dispersión con numerosas
subespecies y poblaciones interfértiles genéticamente interconectadas.
Nuevos orígenes en África
La fase final de la evolución de la especie humana está presidida por
tres especies humanas inteligentes, que durante un largo periodo
convivieron y compitieron por los mismos recursos. Se trata del Hombre
de Neanderthal (
Homo neanderthalensis), la especie del
homínido de Denisova y el hombre moderno (
Homo sapiens). Son en realidad historias paralelas que, en un momento determinado, se cruzan.
El Hombre de Neanderthal surgió y evolucionó en
Europa y
Oriente Medio hace unos 230.000 años,
6 presentando claras adaptaciones al clima frío de la época (complexión baja y fuerte, nariz ancha).
El homínido de Denisova vivió hace 40.000 años en los
montes Altai y probablemente en otras áreas en las cuales también vivieron neandertales y sapiens. El análisis del
ADN mitocondrial indica un ancestro femenino común con las otras dos especies hace aproximadamente un millón de años.
10 La secuencia de su
genoma
ha revelado que habría compartido con los neandertales un ancestro hace
unos 650.000 años y con los humanos modernos hace 800.000 años. Un
molar descubierto presenta características morfológicas claramente diferentes a las de los neandertales y los humanos modernos.
11
Los fósiles más antiguos de
Homo sapiens datan de hace unos 200.000 años (
Etiopía). Hace unos 90.000 años llegó al
Próximo Oriente donde se encontró con el Hombre de Neanderthal que huía hacia el sur de la glaciación que se abatía sobre Europa.
Homo sapiens siguió su expansión y hace unos 45.000 llegó a
Europa Occidental (
Francia); paralelamente, el Hombre de Neanderthal se fue retirando, empujado por
H. sapiens, a la periferia de su área de distribución (
Península ibérica, mesetas altas de
Croacia), donde desapareció hace unos 28.000 años.
Aunque
H. neanderthalensis ha sido considerado con frecuencia como subespecie de
Homo sapiens (
H. sapiens neanderthalensis), el análisis del
genoma mitocondrial completo de fósiles de
H. neanderthalensis
sugieren que la diferencia existente es suficiente para considerarlos
como dos especies diferentes, separadas desde hace 660.000 (± 140.000)
años.
12 (ver el apartado
"Clasificación" en Homo neanderthalensis).
Se tiene la casi plena certeza de que el
Hombre de Neandertal no es ancestro del ser humano actual, sino una especie de línea evolutiva paralela derivada también del
Homo erectus/Homo ergaster a través del eslabón conocido como
Homo heidelbergensis. El neandertal coexistió con el
Homo sapiens
y quizá terminó extinguido por la competencia con nuestra especie. Si
existió algún mestizaje entre ambas especies, el aporte a la especie
humana actual ha sido, en lo genético, inferior al 5% (un arqueólogo y
paleoantropólogo que defendía la hipótesis de una fuerte mixogénesis de
las dos especies ha sido descubierto como falsificador de "pruebas"; en
efecto, existe actualmente casi total escepticismo de que ambas especies
hayan sido interfértiles). En cuanto al llamado
Hombre de Cro-Magnon corresponde a las poblaciones de Europa Occidental de la actual especie
Homo sapiens.
Homo sapiens
Los parientes vivos más cercanos a nuestra especie son los
grandes simios: el
gorila, el
chimpancé, el
bonobo y el
orangután.
Demostración palmaria de este parentesco es que un mapeo del
genoma humano actual indica que
Homo sapiens comparte casi el 99% de los
genes con el chimpancé y con el bonobo. Para mayor precisión, el
genoma de cualquier individuo de nuestra especie tiene una diferencia de sólo el 0,27% respecto al genoma de
Pan troglodytes (chimpancés) y de 0,65% respecto al genoma de los gorilas.
Los fósiles más antiguos de
Homo sapiens tienen una antigüedad de casi 200.000 años
13 y proceden del sur de
Etiopía (formación
Kibish del
río Omo), considerada como la cuna de la humanidad (véase
Hombres de Kibish). A estos restos fósiles siguen en antigüedad los de
Homo sapiens idalt
IMPERIVM ROMANVM
Imperium Romanum
Imperio romano
← ![Spqrstone.jpg](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/a/a3/Spqrstone.jpg/30px-Spqrstone.jpg) |
27 a. C.–476 d. C.1 2 |
→
→ |
|
![Escudo de Roma](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/83/Vexilloid_of_the_Roman_Empire.svg/175px-Vexilloid_of_the_Roman_Empire.svg.png)
Escudo |
Lema nacional: SENATVS POPVLVSQVE ROMANVS (SPQR)
(latín: «El Senado y el pueblo romano») |
|
Capital |
Roma
41°53′N 12°29′E |
Idioma principal |
Latín |
Otros idiomas |
Griego, Galo, Bereber, Copto, Arameo, Fenicio... |
Religión |
Religión romana (27 a. C.-337)
Cristianismo (337-476) |
Gobierno |
Monarquía |
Emperador |
|
• 27 a. C.-14 d. C. |
César Augusto |
• 475-476 |
Rómulo Augústulo |
Cónsul |
|
• 27 a. C.-23 a. C. |
César Augusto |
• 476 |
Basilisco |
Período histórico |
Edad Antigua |
• César Augusto es proclamado emperador. |
16 de enero de 27 a. C. |
• Batalla de Accio |
2 de septiembre de 31 a. C. |
• Diocleciano divide la administración imperial entre Oriente y Occidente. |
1 de mayo de 285 |
• Constantino I declara Constantinopla nueva capital imperial. |
11 de mayo de 330 |
Superficie |
• 117 |
6,000,000 km2 |
Población |
• 117 est. |
88,000,000 |
Densidad |
14,7 hab./km² |
Moneda |
Denario, Sestercio, Sólido bizantino |
El
Imperio romano (en
latín,
IMPERIVM ROMANVM) fue una etapa de la
civilización romana en la
Antigüedad clásica, posterior a la
República romana y caracterizada por una forma de gobierno
autocrática. El nacimiento del Imperio viene precedido por la expansión de su capital,
Roma, que extendió su control en torno al
mar Mediterráneo. Bajo la etapa imperial los dominios de Roma siguieron aumentando hasta llegar a su máxima extensión durante el reinado de
Trajano, momento en que abarcaba desde el
océano Atlántico al oeste hasta las orillas del
mar Caspio, el
mar Rojo y el
golfo Pérsico al este, y desde el
desierto del Sahara al sur hasta las tierras boscosas a orillas de los ríos
Rin y
Danubio y la frontera con
Caledonia al norte. Su superficie máxima estimada sería de unos 6,5 millones de
km².
El término es la traducción de la expresión
latina Imperium Romanum, que significa literalmente «El Dominio de Roma».
Polibio
fue uno de los primeros hombres en documentar la expansión de Roma aún
como República. Durante los casi tres siglos anteriores al gobierno del
primer emperador,
César Augusto,
Roma había adquirido mediante numerosos conflictos bélicos grandes
extensiones de territorio que fueron divididos en provincias gobernadas
directamente por propretores y procónsules, elegidos anualmente por
sorteo entre los senadores que habían sido pretores o cónsules el año
anterior.
Durante la etapa republicana de Roma su principal competidora fue la ciudad púnica de
Cartago,
cuya expansión por la cuenca sur y oeste del Mediterráneo occidental
rivalizaba con la de Roma y que tras las tres Guerras Púnicas se
convirtió en la primera gran víctima de la República. Las
Guerras Púnicas
llevaron a Roma a salir de sus fronteras naturales en la península
Itálica y a adquirir poco a poco nuevos dominios que debía administrar,
como
Sicilia,
Cerdeña,
Córcega,
Hispania,
Iliria, etc.
Los dominios de Roma se hicieron tan extensos que pronto fueron
difícilmente gobernables por un Senado incapaz de moverse de la capital
ni de tomar decisiones con rapidez. Asimismo, un ejército creciente
reveló la importancia que tenía poseer la autoridad sobre las tropas
para obtener réditos políticos. Así fue como surgieron personajes
ambiciosos cuyo objetivo principal era el poder. Este fue el caso de
Julio César, quien no solo amplió los dominios de Roma conquistando la
Galia, sino que desafió la autoridad del
Senado romano.
El Imperio Romano como sistema político surgió tras las guerras
civiles que siguieron a la muerte de Julio César, en los momentos
finales de la
República romana. Tras la guerra civil que lo enfrentó a
Pompeyo y al Senado, César se había erigido en mandatario absoluto de Roma y se había hecho nombrar
Dictator perpetuus
(dictador vitalicio). Tal osadía no agradó a los miembros más
conservadores del Senado romano, que conspiraron contra él y lo
asesinaron durante los
Idus de marzo
dentro del propio Senado, lo que suponía el restablecimiento de la
República, cuyo retorno, sin embargo, sería efímero. El precedente no
pasó desapercibido para el joven hijo adoptivo de César,
Octavio,
quien se convirtió años más tarde en el primer emperador de Roma, tras
derrotar en el campo de batalla, primero a los asesinos de César, y más
tarde a su antiguo aliado,
Marco Antonio, unido a
la reina Cleopatra VII de Egipto en una ambiciosa alianza para conquistar Roma.
A su regreso triunfal de Egipto, convertido desde ese momento en
provincia romana, la implantación del sistema político imperial sobre
los dominios de Roma deviene imparable, aún manteniendo las formas
republicanas.
Augusto
aseguró el poder imperial con importantes reformas y una unidad
política y cultural (civilización grecorromana) centrada en los países
mediterráneos, que mantendrían su vigencia hasta la llegada de
Diocleciano,
quien trató de salvar un Imperio que caía hacia el abismo. Fue éste
último quien, por primera vez, dividió el vasto Imperio para facilitar
su gestión. El Imperio se volvió a unir y a separar en diversas
ocasiones siguiendo el ritmo de guerras civiles, usurpadores y repartos
entre herederos al trono hasta que, a la muerte de
Teodosio I el Grande en el año 395, quedó definitivamente dividido.
Finalmente en
476 el
hérulo Odoacro depuso al último emperador de Occidente,
Rómulo Augústulo. El Senado envió las insignias imperiales a
Constantinopla,
la capital de Oriente, formalizándose así la capitulación del Imperio
de Occidente. El Imperio oriental proseguiría varios siglos más bajo el
nombre de
Imperio bizantino, hasta que en
1453 Constantinopla cayó bajo el poder
otomano.
El legado de Roma fue inmenso; tanto es así que varios fueron los
intentos de restauración del Imperio, al menos en su denominación.
Destaca el intento de
Justiniano I, por medio de sus generales
Narsés y
Belisario, el de
Carlomagno así como el del propio
Sacro Imperio Romano Germánico, pero ninguno llegó jamás a reunificar todos los territorios del Mediterráneo como una vez lograra la Roma de tiempos clásicos.
Con el colapso del
Imperio romano de Occidente finaliza oficialmente la
Edad Antigua dando inicio la
Edad Mediau, con unos 160.000 años.
Un
caballero es, en la acepción más pura para la palabra, una persona que monta a
caballo,
teniendo una gran riqueza en cuanto a significados, ya que el hecho de
montar a caballo ha significado una condición social muy diferente y
cambiante en las distintas etapas históricas.
Para las tribus nómadas del
Asia Central
existía una relación muy estrecha entre hombre y caballo, según la cual
el caballo era no sólo medio de transporte, sino también fuente de
alimentación y figura en los rituales mágicos religiosos. Para los
romanos y griegos, en cambio, ser caballero implicaba un prestigio
social y económico dado el costo de mantenimiento de un caballo. En la
Edad Media, la institución de la
caballería
estaba relacionada con un código de conducta y de honor que definía no
solamente el arte de la guerra, sino que también implicaba la conducta
social.
![](http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/ee/19-v_2h_Vasnetsov.jpg/300px-19-v_2h_Vasnetsov.jpg)
Durante los siglos X, XII, XIII y XIV, en el período heroico de la
caballería, uno de los fenómenos más resaltantes sería la aparición de
los reyes caballeros. Ellos portaban los ideales de honor, religiosidad
cristiana, valor, justicia y, por lo general, serían recordados como
figuras míticas e idealizadas, que conducían infaliblemente Estados
medievales. Su imagen servía para infundar moral y motivación a las
naciones, para que éstas se mantuviesen fieles al
Cristianismo. Entre las figuras más conocidas se hallan:
- El Rey Arturo,
un personaje mítico inglés, el cual se fija en el siglo VI. En la
literatura, sería el fundador de la caballería inglesa medieval.